Como es de público conocimiento, a partir del 1 de julio todos los contribuyentes argentinos que emiten facturas, recibos, notas de crédito / débito tipo «A» y tipo «B», deben operar con facturación electrónica. Así lo establece la Resolución General 3749/15 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Este aspecto conllevo a muchas criticas por parte de los usuarios. Hoy queremos destacar sus ventajas.
Importancia
Más allá de la obligación fiscal, la factura electrónica es un elemento clave para mejorar cuestiones operativas y de relacionamiento de las organizaciones. Su uso conlleva importantes beneficios como ser:
- Hace más eficiente la actividad en el sector público, y es un fuerte dinamizador del negocio en el ámbito privado.
- Ayuda a disminuir el uso de papel.
- Automatiza la emisión y recepción de documentos.
- Incrementa la seguridad y la mejora de la gestión de cobranzas.
- Reducción de costos y aumento de productividad.
Recordemos que la factura electrónica es un equivalente legal y fiscal de la factura en papel. La principal diferencia es que se transmite de forma electrónica, es decir, se envía desde una computadora y se recoge desde otra, sin que sea necesario imprimir el documento.
Todos estos aspectos caben destacar al momento de pensar en la importancia de la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión de las organizaciones y la necesidad de adaptarse a estas particularidades que surgen de nuevas metodologías de trabajo.
Es por esto que en DIGIO es nuestra misión brindar valor agregado a nuestros productos con el objetivo de mejorar la gestión del cliente, de la mano con este concepto, nuestro Sistema de Administración Financiera (SAF) contempla de manera integrada los nuevos requerimientos de facturación dispuestos por AFIP, así como continua siendo una herramienta potente para gestionar todos los aspectos financieros de tu empresa: manejo de patrimonio, stock, compras, almacén, contabilidad, presupuesto, etc.